Especial Post #50: Dios te bendiga James Gordon

Capitán James Gordon. Un hombre Duro. Un buen policia.

En realidad el único. Pero no el mejor. He visto en varios sitios de mi blogroll muchos análisis y posts acerca de Baman, el Joker y los múltiples villanos de su galería, pero en mi opinión,  han dejado de lado al personaje secundario más importante de todo el Batman Mythos. El Comisionado Jim Gordon. Y deseo enmendar eso.

Aclarar que el Gordon que yo conozco o con el que más me he familiarizado es con Gordon Post-Crisis, es decir, el Jim Gordon desde Batman: Año Uno (Si no han leido ese comic, por favor dejen de leer este post y vayan INMEDIATAMENTE a su puesto de tabeos más cercanos para conseguirlo. YA. Y despúes de leerlo regresan).

Leyendo All Star: Batman y Robin #10, Frank Miller crea un comic hasta cierto punto simplón, con diálogos sin sentido o fuera de lugar que se aprecia más un monólogo que una historia interconectada por sus personajes. Black Canary simplemente desperdiciada y Batgirl utilizada (la mayor parte del tiempo) como una rebelde sin causa que tiene un vocabulario muy amplio. Y Batman y Robin presumiendo de sus talentos con acrobacias, inverosímiles hasta cierto punto, con una Gatúbela inexistente que fue un extra sin propósito en la tira. Pero de este comic, que yo pensaba un desperdicio de mi dinero ( a excepción de los increibles dibujos de Jim Lee) emerge una figura de la densa niebla para hacer acto de presencia y exclamar presente en la mithología Batmaniana que Miller recrea a su gusto. Y toda la historia de Batman en general. Este es James Gordon.

Así como Jesús resucitó a Lázaro en Betania, Frank Miller resucitó a Jim Gordon en Batman Año Uno trasfiriéndolo de Chicago a Gotham City. Y despúes de levantarse, nunca dejo de caminar.

Empieza la «tira cómica» que menciono (#10) con un Gordon describiendo su curiosidad hacia Superman y su  forma en que destaca lo que «El Hombre de Acero» llama ‘La Fortaleza de la Soledad’. Menciona que todos, o por lo menos la mayoría, debemos de tener nuestro espacio de soledad, porque si no, nos vovleriamos locos (Chicas, recuerden eso, los hombres, a veces, deseamos estar solos para poner en orden nuestros pensamientos y nuestro espíritu).

Con esa explicación acerca de la necesidad de una persona tiene de la soledad momentanea (y los demás diálogos que tiene el comisionado más adelante), Frank Miller descendió a Gordon a la Tierra y lo hizo hombre. Me explico. Gordon dejó de ser un personaje hasta cierto punto inalcanzable (como Batman, Robin, el Joker, que a pesar de ser posiblemente reales, no dejan de ser sujetos vistos como supernaturales.) Y Miller creo en Gordon lo que en un obra de arte necesita para acercarse a su público: La identificación.

Quiero dejar algo bien claro y que lo aprendan. Mientras que Batman representa la Venganza y el temor, el Joker, como ya más de medio mundo sabe, representa la locura, la anarquia, el caos, Harvey Dent/Two Face representa la Justicia en todas sus facetas, pero James Gordon representa al Hombre, y más allá de eso, al Ser Humano, y por consecuencia, representa a la Humanidad. La única gota de Humanidad que queda en Gotham City. Es decir, te representa a ti, a ti, a ti, a ti, a ti tmb y por supuesto que a mi.

James Gordon, es un hombre casado desde joven con Barbara Gordon, con dos hijos, una adoptada y el otro de su carne. Policia honesto como muy pocos, con un deseo de integridad inqrebrantable pero frustrado por su incapacidad de hacer el bien a toda la ciudad que dice proteger. Y que a pesar de saber que no puede ser resguardada, su espíritu le clama salvar la vida de todo inocente que esté a su alcance.

Pero Gordon, como todo humano, no es perfecto y falla. Y a pesar de su nocion de la Justicia, es un hombre con sentimientos y pasiones, y cae. Cae ante una mujer que representa lo que el cree de la justica encarnado en una Mujer, Una mujer comprensiva porque tiene el mismo trabajo que él y lo entiende y sabe como mujer lo que probablemente es más importante para un hombre, calmar su espíritu. Algo que Barbara, a pesar de todo el amor que le profesa el Comisionado y seguramente ella también, no sabe o no puede o no quiere hacer. Y sucede lo inevitable. Caen juntos en esa montaña rusa donde los sentidos mandan y al acabar todo ya nada queda igual. El nombre de esta mujer es Sara Essen. Su ideal.

Barbara se entera y Gordon, por su sentido de lealtad, o por el mismo arrepentimiento que siente por el daño hecho a la madre de su hijo, se enmienda y se separa completamente de Sara y esta es transferida de la ciudad para ni interferir en el matromonio de Gordon. Separados sus cuerpos más no sus almas.

La historia continua, como la vida, y entonces Gordon intenta reparar su matrimonio destrozado por esa falta que un hombre como él (en realidad ninguno) no debió de caer. Pero Bárbara no puede soportarlo y cae en el alcoholismo. Algo que James toma como su responsabilidad. Pero a pesar de todos sus esfuerzos nada puede hacer para recuperar el perdón y la felicidad de su esposa. Hombre preocupado por su cónyugue y además por su hija que empieza a disfrazarse como ese mito urbano que cubre la ciudad con su presencia: The Batman.

La relación entre Gordon y Batman, es el caso contrario a la del Joker y el Murciélago, y mucho más simple, pero puede que hasta más importante: La amistad. Ese lazo que une a dos hombres por un objetivo común. Gordon ni siquiera sabe la identidad de Batman, o no quiere saberla. Pero siente en él esa relación que sólo se puede tener entre dos compañeros del alma. Dos personas necesitadas del uno al otro y que se entienden sin problemas con sólo un par de palabras.

Gordon simboliza todo lo que nosotros somos. Pasión, culpa, deseo, remordimiento, pena, frustración. Al finalizar la historieta, Barbara hija le dice a su padre lo que le va a decir no es de su incunvencia, pero que hablar a Sara podría ayudar. Las siguientes palabras se las pego literalmente porque ni yo mismo podría describir lo que Frank Miller representó en Gordon en ese momento:

– Es la PEOR cosa que puedo hacer.
– Es la ÚNICA cosa que puedo hacer.
-Como este pequeño ángel sabe acerca de Sara va más allá de mi comprensión. Me volvería loco si tratara de emparejarme al ingenio de mi hija de 15 años.
-Estoy muy lejos de todo el equipo médico para hacer una llamada sin estropear nada.
– Es la PEOR cosa que puedo hacer.
– Es la ÚNICA cosa que puedo hacer.

– Sara, es Jim. Lo siento por despertarte…No, nada malo pasó, nada de eso.
– De veras, en toda mi via lo último que deseo es balbucear acerca de eso, ahora. Sólo dime tú dia, sólo quiero oir tu voz.
Ella limpia sobre mi y no hay dolor o culpa en ninguna parte de este mundo.
En medio de alguna parte de todo esto, un loco pensamiento voló sobre mi cabeza, un pensamiento muy extraño…
– Hay una persona a la que adoraría hablarle. De platicarles todos mis problemas. Una persona. Un hombre.
-Pero tengo mucho miedo de conocerlo. Y está a kilómetors de distancia.
– Y ni siquiera se supone que conozca su verdadero nombre.
– Un loco pensamiento, algo fugaz. Entonces regreso de nuevo a la voz de Sara y entonces se que seré lo suficientemente fuerte y lo suficientemente sabio para manejar todo esto…
-…y todo saldrá bien, todo bien, todo bien…y todo saldrá bien.

Frank Miller descendió a Jim Gordon para acercarnos más al mundo de Bruce Wayne, de Dick Grayson, de Selina Kyle, incluso de aquel Hombre sin Nombre y que se ve como un payaso y hacernos partícipes de sus vidas. Y despúes de Miller, muchos siguieron su ejemplo y vieron al pobre James como el vehículo perfecto para llevar nuestra realidad hacia Gotham.

Batman es DIOS, el Joker es el puto AMO, pero James Gordon soy YO.  Y eso hace interesarme en su vida incluso que la de todos los demás habitantes de Ciudad Gótica. Inclusive más que muchísima gente real que vive en este mundo.  Dios te bendiga Frank Miller, porque muy de vez en cuando recuerdas lo que puedes hacer y nos regalas destellos de divinidad representada en las personas y recordarnos esos tiempos de hace más de 20 años. Pero sobretodas las cosas, Gracias y Dios te bendiga Jim Gordon.

Para saber más de James Gordon y su vida, nada mejor que la Wikipedia.

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