Review: Batman #681

Desde que comenzó Grant Morrison como escritor regular en la serie de Batman y especialmente desde que comenzó R.IP. hace 6 meses, una de sus mayores virtudes era la de poder acomodar y cuadrar todo aquello que existe del Bat Mythos desde su concepción, ejemplos tales como Bat-Mite, el Batman de Zur-En-Arrh y demás cabían logícamente, gracias a la mano de Morrisón, dentro del universo Batmaniano. Pero faltaba algo por demás obvio que yo creo que la mayoría omitió. Batman himself.

Sólo hay una cosa que decir para resumir este tomo. BATMAN ES EL PUTO AMO. No hay más. El alter – ego de Bruce Wayne está en su jugo y no se deja achicar por nadie . Aquí Morrisón da por sentado que absolutamente ningún personaje que no sea Bruce Wayne puede dar el cupo al manto de Batman. NO ONE. Además de dar por hecho que Batman no solamente es un hombre, sino que es toda regla todo un SUPER-HEROE.

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Pero esa es la cuestión acerca de Batman.

Batman piensa en todo.

Para reafirmar tal teoría, Morrison retoma un momento en que Bruce Wayne está en un tiempo de reflexión en un convento oriental buscando la sabiduria absoluta (o como el dice, llegar a los límites de la locura) y cuando el monje con el que está le declara que su copa está envenenada y creemos que ahora como nuestro querido Bruce se va a salir de esta, fácilmente este le da la vuelta al asunto habiendo cambiado la copa con anterioridad para anticipar tal traición. Un force of habit como nos confieza el señor Wayne.

Aunque dificil de creer, Morrison, en un sólo tomo (más largo hay que decirlo de 40 páginas), logra recopilar todo los cabos sueltos que se habian creado desde el inico de R.I.P., tal es como el Bat-Ratio, el Diario Negro, la razón del Zur-En-Arrh, inclusive la razón del Joker porque está mas loco. Increible por cierto las viñetas en que el Príncipe Payaso del Crimen hace presencia, poniendo en orden a todos, Dr. Hurt incluido, informándole quién es el Jefe allí.

Pero lo bueno de la conclusión de R.I.P. era saber quién fregaos era ‘The Black Glove’ (o el guante negro pa’ la raza). ¿La respuesta? Una de dos. O Morrisón nos la quiere hacer de larga o de plano ni siquiera sabe quién es. Asi es, ni siquiera en el gran finale podemos asegurrar quien fue The Black Glove o el Dr Hurt. O una cosa es segura. El Dr. Hurt es The Black Glove (o lo representa en este mundo) ¿pero quién es el Dr. Hurt?.

Amado y odiado (injustificadamente en mi opinión) por igual, pienso yo que este tomo es IMPRESIONANTE. Los dibujos de Tony Daniel son soberbios y los colores de Guy Major magistrales, esa combinación de morado con negro da tanta elegancia a la tira. Sublime. Además de la manera de escribir de Morrison es insuperable en estos momentos. Una historia que no concluye pero engancha de hoja a hoja.

Personalmente, considero a este tomo imprescindible. ¿Batman murió? Quiero dejar fuera de spoilers esta reseña y suplicarles que compren este tomo para colección y que lo deduzcan por si mismos, porque como yo lo veo, como dicen aquí donde trabajo, este número se ha convertido en una milestone que será recordada de aquí en delante para entender mejor al personaje. Morrison nos ha regalado de lo mejor, no sólo de Batman, sino de toda la industria comiquera de este año, poniendo al Murciélago en lo más alto y confirmando con broche de oro lo que fue este año en el Universo de los Superheroes:

2008 es el

año de

Batman